miércoles, 7 de marzo de 2018

Cuaresma - Día 23 - Una mujer se encuentra con Jesús

Lectura: Juan 4:1-42



Una mujer visita el pozo para coger agua, al medio día, cuando no solía haber nadie allí.  Eso nos hace pensar que no tenía una buena reputación.  Iba sola cuando era costumbre que las mujeres fueran en grupo a buscar agua. 

Jesús se aproxima a ella y le pide agua.  Con esta sencilla acción él rompe con varias reglas sociales:  era mujer y era Samaritana.  Los Samaritanos eran considerados como de segunda categoría.  Las mujeres no tenían una posición respectable en estos tiempos. 

Jesús no mira la mujer, él mira al ser humano, como cualquier otro hombre o mujer, ella necesitaba perdón, restauración, y el amor de Dios.  Nosotros, no importando nuestro género, posición social, profesional o intelectual, nos encontramos en esta misma posición. 

El regalo de agua viva todavía es vigente hoy.  Jesús nos encuentra bajo el calor del medio día, en las tareas más diarias, y nos llama la atención.  Nos ve como mujeres que somos y nos respecta como obras primas del Padre.  Nos dirige la palabra y espera respuesta.  ¿Aceptaremos Su regalo como la Mujer Samaritana?  Aquí queda la invitación ...

"Señor, como esta mujer, yo tengo sed.   Necesito recibir el agua viva.  Ayúdame a entender tu invitación, aceptarla y que ríos de agua viva fluyan de mi interior.  En tu nombre.  Amén. "


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