Navidades, Año Nuevo, Día de Reyes, ... una vez pasadas todas las fiestas, nos encontramos, muchas de nosotras, en un vacío.
Quizás este vacío no sea tan malo, pues lo podemos llenar con el Señor. Esto pretendo hacer. A veces me siento muy mal cuando doy tanto que quedo vacía. He llegado a la conclusión que en estos momentos, estoy totalmente dependiente del Señor ... y esto es bueno. Todo que sale de mí, viene directamente del Señor.
Así que, si en estas fiestas, has dado tanto que te quedaste vacía, toma tiempo para estar en la presencia de Dios y llenarte de Él. No hace falta hablar mucho, pues Él conoce tu situación.
Tengo la costumbre de poner muchas canciones de inspiración, sentarme y esperar. Si digo algo, que sean palabras directamente de mi corazón, si estoy en silencio estoy esperando por el Señor.
Quizás este vacío no sea tan malo, pues lo podemos llenar con el Señor. Esto pretendo hacer. A veces me siento muy mal cuando doy tanto que quedo vacía. He llegado a la conclusión que en estos momentos, estoy totalmente dependiente del Señor ... y esto es bueno. Todo que sale de mí, viene directamente del Señor.
Así que, si en estas fiestas, has dado tanto que te quedaste vacía, toma tiempo para estar en la presencia de Dios y llenarte de Él. No hace falta hablar mucho, pues Él conoce tu situación.
Tengo la costumbre de poner muchas canciones de inspiración, sentarme y esperar. Si digo algo, que sean palabras directamente de mi corazón, si estoy en silencio estoy esperando por el Señor.
He encontrado este artículo que quisiera compartir, que te inspire a estar delante del Señor en oración, quieta, reconociendo que Él es Dios.
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